De la esperanza nace lo eterno en el corazón del hombre;
el hombre nunca es, sino que será bendecido.
el alma, incómoda, y lejos de casa,
reposa y se esponja en la vida venidera.
¡Ay, el pobre hombre!, cuya mente sin cultivar,
ve a dios en las nubes o lo oye en el viento;
a su alma, la orgullosa ciencia no enseñó
la trayectoria solar o la Vía Láctea;
aunque la sencilla naturaleza a su esperanza le ha dado,
tras las cumbres nubladas, un cielo más humilde.
Alexander Pope, Ensayo sobre el hombre, 1733
el hombre nunca es, sino que será bendecido.
el alma, incómoda, y lejos de casa,
reposa y se esponja en la vida venidera.
¡Ay, el pobre hombre!, cuya mente sin cultivar,
ve a dios en las nubes o lo oye en el viento;
a su alma, la orgullosa ciencia no enseñó
la trayectoria solar o la Vía Láctea;
aunque la sencilla naturaleza a su esperanza le ha dado,
tras las cumbres nubladas, un cielo más humilde.
Alexander Pope, Ensayo sobre el hombre, 1733
3 comentarios:
Es increíble que personas de ésas épocas hayan razonado y llegado a esa conclusión en forma tan poética y que aún en nuestra época la mayoría de la gente se siga aferrando a una ilusión que para mi es dios. Un saludo.
No fue el único, Minerva. La Historia está tenuemente salpicada de quienes supieron ver más allá de la magia y la superchería. Son débiles puntitos de luz en nuestro pasado, largo y siempre oscuro pasado.
Saludos cordiales.
"Al principio todo era oscuridad, y de entre las tinieblas surgió Dios (¿?) y dijo: ¡Hágase Newton! Y la luz se hizo."
-Pope en el entierro del físico.
Es una linda reseña, Asimov.
Continúo leyendo, aún en silencio.
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