lunes, 8 de diciembre de 2008

El dogma de la inmaculada concepción.

La mayoría de las veces, los salvadores paganos nacían como hijos de doncellas: en Egipto, en Babilonia, en la India, en Persia y en Roma.
Ya en el siglo III el dios del sol egipcio fecundó a la esposa virgen del rey. En la India Buda nació de una virgen. Los ángeles le anunciaron como salvador y auguraron a su madre que: “Te colmarás de felicidad, reina Maya – alégrate y sé feliz, este niño, que has parido, es santo.” En Persia se honraba a Zaratustra como hijo de virgen. Hera parió a Hefesto siendo virgen; también a Platón se le consideró hijo de una virgen, y en el culto a Heracles la madre del dios era considerada, al mismo tiempo, virgen y madre.
Los nacimientos de una virgen eran tan conocidos en la antigüedad que los principales padres de la Iglesia propagaron el nacimiento de Jesús de una virgen mediante mitos parecidos. Hoy, esto es tan claro y evidente que no se hace necesario acumular citas y aducir todas esas leyendas de hijos de Dios, nacidos milagrosamente de una virgen.


Mucho antes de que la Iglesia estableciera el 25 de diciembre como día del nacimiento de Cristo (ocurre por primera vez el año 353), ya se festejaba, en ese día, el nacimiento de Mitra, el invencible dios del sol. Las fórmulas litúrgicas de los paganos creyentes en la fiesta del solsticio del 24 al 25 de diciembre decían: “La virgen ha parido, recibid la luz.”
“El gran rey, el bienhechor Osiris, ha nacido.” Y de las celebraciones de los misterios procede la exclamación: “¡Os ha nacido hoy el salvador!” Y en Lucas dice el ángel: “¡Hoy os ha nacido el salvador!”
Ya antes de Jesús se presentaban y describían a otras divinidades (Zeus, Hermes, Dioniso) recostadas en un cesto sagrado o en una gruta en pañales. A Mitra le adoraron ya en su nacimiento los pastores, al que le llevaron las primicias de sus rebaños y de sus frutos. Y así como María parió al niño Jesús estando de camino, así también nacieron, con frecuencia, otros hijos de vírgenes huyendo o de camino. Así nació el divino hijo de Isis, que, dicho sea de paso, Isis fue venerada mucho antes que María como “madre amantísima”, “reina del cielo”, “reina del mar”, “expendedora de gracia”, “salvadora”, “sin mancha”, “reina santa” y “madre dolorosa”, se la mostraba con un manto azul adornado de estrellas con el hijo de Dios en brazos o en el pecho; y sus títulos de “madre de Dios” y “paridora de Dios” tuvo que transferir y abdicar en la madre de Jesús en el concilio de Efeso del 431; y se hizo a base de dinero y de soborno, dinero que el patriarca de Alejandría, el santo Cirilo, tuvo que ofrecer a distinta gente, desde altos funcionarios del estado, pasando por la mujer del prefecto de los pretorianos hasta llegar a eunucos influyentes y a doncellas de cámara; y aunque él era rico tuvo que recibir prestado 100.000 monedas de oro. Y, a pesar de todo, no le bastó.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

El dogma de la inmaculada concepción de María es uno de los dogmas más tontos del catolicismo. Implica que Dios hizo nacer a la madre de Jesús limpia de la mancha del pecado original, es decir, sin ninguna inclinación a cometer el mal. Pero si Dios hizo eso con María, ¿por qué no lo hizo también con todos los demás descendientes de Adán y Eva? No es justo que Dios nos haga nacer con una mente y un cuerpo defectuosos por culpa del pecado original, cuando podría habernos hecho nacer como a María, es decir, no corrompidos.

asimov dijo...

Rawandi, para cuando un blog tuyo?

salu2.

Evil Preacher dijo...

Una puntualización teológica: el dogma de la inmaculada concepción no se refiere al milagrosamente virginal embarazo de María, sino a que María misma, desde el momento mismo de su propia concepción en el seno de santa Ana, nunca tuvo el pecado original. Esta gracia particular concedida por Dios implica, "lógicamente", que no necesitaba bautismo para lavar dicho pecado. El problema era que a los cristianos les chocaba que un cuerpo manchado por el pecado pudiera haber albergado a su mesías.

Mahs dijo...

De acuerdo con Rawandi en lo absurdo que es todo. Pero matizaría que yo, al contrario que él, no creo que sea uno de los dogmas más tontos del catolicismo. De hecho, creo que es el único dogma que tiene sentido en el catolicismo. Efectivamente, María nació limpia, sin tener que soportar la carga del pecado original. Es decir, como asimov, como Rawandi, como yo y como cualquiera que se pase por este blog. Como todo el mundo. Así que no es una verdad revelada: es una verdad, a secas. ¡Posiblemente sea el único dogma verdadero! Lo absurdo no es el dogma de la Inmaculada Concepción, sino el del pecado original, y creer que los demás cargamos con el pecado cometido por un señor, Adán, fruto de la imaginación del hombre.

En el fondo, eso sí, estamos diciendo lo mismo: que todas las implicaciones que conlleva son un sinsentido.

Un saludo!

Anónimo dijo...

Asimov, te avisaré cuando lo tenga.

Evil Preacher, quizá en este caso convendría matizar y no hablar sin más de "los cristianos" como si constituyeran un bloque monolítico. Lo digo por dos motivos: primero, porque el dogma mariano de la inmaculada concepción únicamente es defendido por el Vaticano, no por los cristianos protestantes ni por los ortodoxos. Y segundo, porque en el cristianismo primitivo existía aún más variedad de posturas que en el cristianismo actual; por ejemplo, la rama cristiana más cercana al pensamiento de Jesús, la de los 'ebionitas', no veía ningún problema en que el mesías hubiera nacido de una mujer vulgar y corriente, porque los ebionitas no creían que el mesías Jesús fuera Dios.

Mahs, te concedo que el dogma del pecado original se lleva la palma del absurdo. En mi opinión, el dogma de la inmaculada concepción resulta estúpido 'precisamente' porque presupone y reafirma el dogma del pecado original.

Evil Preacher dijo...

Rawandi, tienes toda la razón; pensé que, hablando del dogma de la inmaculada, se asumía por el contexto que mi comentario era relativo a los secuaces de la ICAR, pero hubiera debido especificar ya que, como bien señalas, otras sectas no se preocupan ni por la virginidad de María, ni por su concepción maculada o no: de hecho, en tiempos de los ebionitas, ni siquiera se había extendido el concepto de pecado original.
También debo admitir que mi observación era ociosa y que no había leído tu precedente comentario con la atención debida, ya que tú mismo ya habías hecho notar que este dogma no se refiere al embarazo mágico de María, sino a su concepción libre del pecado original; mis disculpas a Asimov y a ti mismo.
Por otro lado, estimo que decir que los ebionitas son "la rama cristiana más cercana al pensamiento de Jesús"; es casi como decir qué caballeros de la tabla redonda fueron más fieles a las directrices de Arturo. Otros comentaristas, en su afán de dar cierta entidad histórica a la figura de Jesús, le han hecho un líder de diversas sectas de la época, como los nazarenos o esenios, siempre sin documentos contemporáneos que lo apoyen.