La pregunta de Epicuro.

400 años antes de que se inventara el cristianismo, un filósofo, Epicuro (341 a.n.e - 270 a.n.e), no tan conocido como otros que fueron adaptados y absorvidos por el cristianismo, formuló una pregunta y ésta sigue aún sin ser respondida, y lo que es peor aún, si ser escuchada.
Epicuro pensando sobre la naturaleza de los dioses de aquél entonces, pero que se sigue aplicando a los que actualmente siguen muchos; formuló:

Si dios quiere acabar con el mal, pero no puede, entonces no es omnipotente.

Si dios puede acabar con el mal, pero no quiere, entonces es malévolo.

Si dios puede y quiere acabar con el mal, ¿Entonces por que hay males en el mundo?

Si dios no puede ni quiere acabar con el mal, ¿Entonces por que llamarlo dios?

Durante más de dos mil años los errores internos del concepto de dios omnipotente y benevolente han estado a la luz, y sin embargo los religiosos han tapado voluntariamente sus ojos, o quizá, se los hayan tapados sus líderes religiosos.

¡Qué insistente es la verdad! Es como la energía, se transforma, pero nunca desaparecerá.