jueves, 13 de diciembre de 2007

“Dios no está muerto ni agonizante – afirma -, al contrario de lo que pensaban Nietzsche y Heine. Ni muerto ni agonizante porque no es mortal. Las ficciones no mueren, las ilusiones tampoco; un cuento para niños no se puede refutar. Ni el hipogrifo ni el centauro están sometidos a la ley de los mamíferos que al igual que Dios, provienen del bestiario mitológico”. Y más aún, agrega: “No se puede asesinar un subterfugio, no es posible matarlo. Más bien, será el quien nos mate; pues Dios elimina todo lo que se le resiste. En primer lugar, la Razón, la Inteligencia, el Espíritu Crítico. El resto sigue por reacción en cadena”.



Ese Dios esculpido en la noche de los tiempos por una especie conciente de su abandono a la intemperie existencial, “solo existe para facilitar la vida cotidiana a pesar del camino que cada cual ha de recorrer hacia la nada”.

“El último de los dioses desaparecerá con el último de los hombres, y con él, el miedo, el temor, la angustia, esas máquinas de crear divinidades”.


Michel Onfray (extractos de su libro "Tratado de Ateología")

Me gustaría pensar que; como seres inteligentes que somos, algún día superaremos ese estado teológico y abandonaremos definitivamente esos miedos, temores y angustias de los que habla el autor, sin llegar a un final tan dramático. Yo al menos, lo intentaré.

2 comentarios:

Hispanicus dijo...

"Newton tenía en su estudio un sistema planetario en miniatura, suspendido del techo, de una dependencia toda pintada de negro. Los planetas (pequeñas esferas) circulaban ensartados en unas órbitas mini-carril alrededor de un globo luminoso que era el sol.

Un amigo suyo, ateo militante, le visitó y quedó admirado de aquel cosmos en pequeño:

«¿Quién te lo ha hecho?»

«Nadie -respondió Newton-. Se ha hecho ello solo»

«¡Venga ya! ¡Déjate de bromas!»

«Si tú estás tan seguro de que necesariamente ha de haber alguien que lo haya hecho, ¿cómo admites que el cosmos real, el sol, la luna y las estrellas carezcan de autor, que se haya hecho todo espontáneamente ello solo?»

Cíclicamente sale a relucir este tema de la creación. Ahora dice Stephen Hawking que Juan Pablo II le aconsejó no investigar el origen del universo, pues ese origen era Dios. Y es Dios, aunque se admita el big bang, porque ¿quién ha hecho el corpúsculo inicial del que parte la gran explosión cósmica? Un corpúsculo que encierra un software capaz de dirigir con admirable exactitud una expansión que dura ya millones de años: ¿quién lo ha hecho? El que piense que todo esto excluye a Dios como creador podrá llegar a creerse cualquier cosa. Pasa de no ser creyente a ser crédulo."

asimov dijo...

¿Y quién hizo a dios?

salu2.