Cinco juicios tuvieron que ser suspendidos en febrero después de que la diócesis se declara en bancarrota justo un día antes de que se iniciara el primero de ellos.
La decisión del juez Louise DeCarl Adler supone una victoria para más de un centenar de personas que denunciaron haber sufrido abusos por parte de clérigos de la diócesis.
Los abogados de los afectados argumentaron que la reapertura de los juicios era la única manera de lograr un acuerdo con la diócesis, tras más de tres años de infructuosas negociaciones en juzgados estatales y federales.
En bancarrota
La diócesis de San Diego se declaró en bancarrota en febrero, después de que fracasaran las negociaciones para resolver las demandas por abusos sexuales presentadas contra sus clérigos.
Las demandas implican alrededor de 150 denuncias de abuso sexual que datan del decenio de 1950 y afectan a 60 sacerdotes.
Las cuantías exigidas en compensación ascenderían a unos 200 millones de dólares (146.317.027 euros).
El obispo de San Diego, Robert Brom, señaló entonces que tomó la decisión porque acceder a las exigencias monetarias de compensación planteadas por los demandantes, habría significado la ruina.
Con alrededor de un millón de miembros, la de San Diego es la quinta diócesis estadounidense que se declaró en bancarrota debido a denuncias por abusos sexuales presuntamente cometidos por sus clérigos.
A dios rogando y con el pito dando... Que siga el celibato, que siga...
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