miércoles, 9 de septiembre de 2009

Por primera vez era libre

"Cuando me convencí de que el Universo es natural,
de que todos los espíritus y dioses son mitos,
entró en mi mente, en mi alma, en cada gota de mi sangre,
el sentido, el sentimiento y la alegría de la libertad.
Los muros de mi cárcel se desmoronaron y cayeron,
la mazmorra se inundó de luz y todas las cerraduras,
barreras y esposas se hicieron polvo.
Ya no era más un servidor, un siervo ni un esclavo.
No había dueño para mí en todo el mundo,
ni tampoco en el espacio infinito.
Era libre!



Libre para pensar, para expresar mis ideas,
libre para vivir mi propio ideal,
libre para vivir por mi mismo y para aquellos a quienes yo amaba,
libre para usar todas mis facultades, todos mis sentidos,
libre para extender las alas de la imaginación,
libre para investigar, para dudar, soñar y esperar,
libre para juzgar y determinar por mí mismo,
libre para rechazar todos los credos ignorantes y crueles,
todos los libros "inspirados" que han producido los salvajes,
y todas las leyendas bárbaras del pasado,
libre de Papas y sacerdotes,
libre de todos los "llamados" y "elegidos",
libre de los errores santificados y de las mentiras sagradas,
libre del miedo al castigo eterno,
libre de los monstruos alados de la noche,
libre de demonios, fantasmas y dioses.
Por primera vez era libre".


Robert Green Ingersoll (1833-1899)
militar, político y orador estadounidense.

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